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A ciegas

Año 2006
País Reino Unido
Estreno 19-03-2008
Género Documental
Duración 104 m.
ZINEMA.COM T. original Blindsight
  Dirección Lucy Walker
  Intérpretes Sabriye Tenberken (Escaladora)
    Erik Weihenmayer (Escalador)
  Sonam Bhumtso "Cien mil hermosos lagos" (Escalador tibetano)
     Gyenshen "Victoria" (Escaladora tibetana)
     Dachung "pequeña Luna" (Escaladora tibetana)
   Guión Lucy Walker
Fotografía Petr Cikhart
  Keith Partridge
Música David Christophere
  Nitin Sawhney
Montaje Sebastian Duthy
Sinopsis
Con el sobrecogedor telón de fondo del Himalaya, seis adolescentes tibetanos se propusieron escalar el Lhakpa Ri de 7045 metros de altura, situado en la cara norte del Monte Everest. Este peligroso viaje se convierte en un desafío aparentemente imposible. Más aún si tenemos en cuenta que estos jóvenes son ciegos. Considerados por muchos tibetanos como poseídos por demonios, los chicos son rechazados por sus padres, despreciados por sus aldeas y marginados por la sociedad. Pero la educadora y aventurera ciega Sabriye Tenberken, fundadora de la primera y única escuela para invidentes del Tíbet, junto con el famoso escalador también ciego Eric Weihenmayer, ayudará a estos jóvenes a superar sus enormes dificultades y les animará a llegar mucho más allá de lo que jamás hubieran imaginado.
    
Referencias
  • Dirige Lucy Walker (Londres), que estudió Literatura en la Universidad de Oxford y dirigió obras de teatro antes de ganar una Beca Fulbright para el programa de cine de la Universidad de Nueva York, donde ganó varios premios y se licenció en Bellas Artes. Sus títulos como directora incluyen videoclips, cortometrajes, programas infantiles para televisión (fue candidata a dos premios Emmy al mejor director por Blue´s Clues, de Nickelodeon), y Devil´s Playground (2002), un largometraje documental sobre las vicisitudes de los adolescentes Amish estrenado en Sundance y que ganó numerosos reconocimientos. Con motivo del documental, Lucy apareció como invitada en The Oprah Winfrey Show y la película es ya un éxito en DVD. Lucy es ciega de un ojo y acude al Hospital Oftalmológico Moorfields desde que nació. Esa es una de las principales razones de que le atrajese esta película. Antes del rodaje, Lucy nunca había escalado una montaña y, durante el transcurso del mismo, se fracturó un tobillo, padeció disentería amebiana, giardiasis, tuvo piojos en las pestañas y mal de altura. Sin embargo, disfrutó cada momento del rodaje.
     
  • La idea de la expedición surgió después de que la educadora invidente Sabriye Tenberken, que fundó la escuela Braille Sin Fronteras en Lhasa, escribiera el siguiente e-mail al mundialmente conocido montañero ciego Erik Weihenmayer, tras oír la noticia de que éste había alcanzado la cumbre del Everest en 2001. Sabriye había leído a los estudiantes el libro de Erik Touch The top of the World en la escuela y decidió ponerse en contacto con él tras conocer la increíble noticia de su logro. El siguiente e-mail es el detonante de la expedición y de la película:

    ENVIADO DESDE LHASA, TIBET, 2001: Querido Erik, Después de que usted alcanzara la cima del mundo, nuestro vecino tibetano entró corriendo en el colegio y narró a los chicos su éxito. Algunos no se lo creyeron al principio, pero luego se extendió una idea común: si usted pudo ascender a la cúspide del mundo, también nosotros podríamos superar nuestras fronteras y mostrar al mundo que los invidentes también podemos participar en la sociedad y que somos capaces de conseguir grandes cosas.

    Desde que mi novio Paul y yo leímos su libro, decidí hablarles a los chicos sobre usted. Hace sólo una semana les conté en nuestro centro algunos detalles sobre su niñez, sobre cómo se quedó ciego, sobre cómo se le caían sus bastones por los puentes, cómo finalmente conoció a otras personas ciegas y cómo confió en pelear para salir adelante. Todos quedaron muy impresionados por estas experiencias que tuvo y las compararon con las suyas propias. De nuevo se dieron cuenta de que no hay mucha diferencia entre ser un invidente en Alemania, Estados Unidos o el Tibet; la experiencia de alguien que se queda ciego, el desconcierto al principio, la confianza que se va creando lenta pero constantemente o la reacción de los videntes es probablemente la misma para todas las personas ciegas.

    Tras haber contado su historia a los chicos, se pusieron a hablar con algunos de nuestros compañeros videntes del centro de Lhasa. Lhasa no es la ciudad más acogedora del mundo para una persona ciega. Hay un montón de agujeros en las calles, que a veces tienen varios metros de profundidad. Los edificios en construcción nunca están protegidos por alambradas. Es habitual pisar grandes charcos de agua sucia o incluso excrementos. La mayoría de nuestros chicos saben caminar en medio del caos. Les enseño a moverse y usan los bastones con mucha confianza. Piensan que si yo aprendí a moverme ellos también tenían que intentarlo. El único problema es que a veces les avergüenza enseñar sus bastones, ya que los nómadas y peregrinos que nunca han visto un bastón se ríen con frecuencia de ellos. Les llaman “ciegos imbéciles”, les imitan y se mofan de ellos. Uno de los chicos se volvió una vez hacia uno y le soltó: “¡No me hables así, soy ciego pero no imbécil! ¿Has ido a la escuela? ¿Sabes leer y escribir? ¿Puedes encontrar el baño en mitad de la noche sin una linterna?”

    No todos los chicos tienen el orgullo y la seguridad necesarios para reaccionar de una forma tan enérgica. A menudo les digo que tienen que entender que esta gente es simplemente estúpida. Y que les contesten si pueden. A la mayoría de ellos les gusta poder defenderse con palabras. En primer lugar, intentan contestar amablemente y, si eso no funciona, comienzan a gritar, a reírse de ellos y en seguida tienen a la gente a su favor. Más aún, si un amigo vidente anda cerca, intentan esconder los bastones y caminar cómodamente cogidos al brazo de él sin que se note.

    El día que terminé de contar su historia diciendo: “Este hombre, que es ciego como vosotros, subió a la cima del mundo, no agarrado del brazo de un amigo vidente, sino con la ayuda de unas cuerdas y dos bastones”, decidieron con orgullo caminar por sí mismos sin la comodidad de caminar al lado de una persona vidente. Historias como la suya han cambiado su vida. La mayoría de ellos ya entienden que no hay nada de qué avergonzarse. Pueden estar muy orgullosos y a menudo dicen: “Somos ciegos, ¿y qué? Hablamos inglés y chino, sabemos orientarnos en el laberinto de callejuelas de Lhasa, sabemos leer y escribir en tres tipos distintos de escritura Braille y leemos y escribimos sin necesidad de luz”.

    La semana pasada les dije que quería escribirle para pedirle que viniera al Tibet y, quizás, organizar un pequeño taller de escalada con nuestros chicos.

    Hace dos años, algunos de nuestros alumnos se iniciaron en la escalada en roca, instruidos por guías tibetanos del Everest procedentes del instituto tibetano de escalada de montaña. Después de que usted alcanzara la cumbre del Everest, le comenté al profesor de escalada la idea de invitarle a Lhasa. Quedó vivamente interesado y desde entonces hemos intentado conseguir su dirección de e-mail.

    En cierto modo, usted y yo estamos juntos en la tarea de animar a los invidentes a ponerse en pie, a descubrir y a superar sus propios límites.

    Como leí en su libro, tenemos la misma filosofía, una historia similar y una forma parecida de afrontar las ideas.

    Estaríamos encantados de que pudiera visitar nuestro proyecto. Paul y yo también queremos ir a Estados Unidos a principios del año que viene y quizás tengamos la oportunidad de conocernos allí primero.

    En estos momentos me encuentro en nuestra sala de informática. A mi lado está Gyenshen, un brillante alumno que se quedó ciego a los nueve años. Junto con otras dos chicas, recibe clases de informática y también le está escribiendo un e-mail a usted.

    Gyenshen proviene de una zona agrícola muy lejana y pobre. Tras quedarse ciego, su familia le encerró en una oscura habitación durante tres años. Se avergonzaban de tener un niño ciego. En el Tibet, la gente cree que la ceguera es un castigo por algo que la persona ha hecho mal en su vida anterior. La gente también cree que las personas invidentes están poseídas por demonios.

    Cuando llegó al proyecto era muy tímido. Ahora es uno de los mejores alumnos y maneja el ordenador con mucha confianza. Probablemente sea el único de su aldea que sabe que la Tierra es redonda y que uno puede comunicarse a través de un simple cable. Puede decir a los demás chicos de la aldea que los “yaks de hierro” son todoterrenos Toyota que beben gasolina en lugar de agua.

    Evidentemente, las personas ciegas criadas en el Tibet llevan una vida completamente diferente a la nuestra en Alemania o a la suya en Estados Unidos. Sin embargo, sienten una gran solidaridad con los invidentes de otros países. Esta conexión y solidaridad les da mucha fuerza y energía para seguir con sus vidas.

    Hoy es el día internacional del bastón blanco y usted nos ayuda a llenarlo de orgullo.

    Saludos desde la soleada y fría Lhasa, saludos de todos los niños, del equipo profesional y en especial de Paul.

    Saludos a su familia

    Con mis mejores deseos

    Le saluda atentamente

    Sabriye Tenberken
     

  • La idea de la película provino del propio Eric Weihenmayer que se puso en contacto con la productora cinematográfica Sybil Robson Orr a través del también productor Steven Haft. Weihenmayer pensó que probablemente Sybil se sentiría atraída por esta historia debido al interés que siente por el Tibet y la escalada (de hecho, conoció a su marido Matthew escalando el Kilimanjaro, la misma cumbre en la que se casó Erik). Bastó una sola cita con Erik para que se decidiera a hacer la película.
     
  • Los directores de fotografía son Petr Cikhart, que cuando cubría la guerra de Chechenia para la televisión checa a los 19 años fue arrestado y tomado como rehén durante dos días por soldados rusos. Era su primer rodaje y se enganchó al mundillo, y Keith Partridge (Alien vs. predator, Touching the void, tocando al vacío), responsable de la fotografía de montaña.
     
  • La productora Robson-Orr dice que uno de los obstáculos más complicados del rodaje fue conseguir el permiso del gobierno chino para llevar al Tibet lo que en China consideran “cámaras grandes”. En el caso de esta película esa era la diferencia entre la Panasonic AG-DVX 100, que es mini-DV, y la Panasonic AJ-HD27 Vericam, de alta definición. “Había muy poco tiempo para preparar el ensayo de escalada de Mayo y, dadas las restricciones, sólo se nos permitió traer lo que las autoridades chinas consideran cámaras "turísticas". Pensamos que las minicámaras DV que mejor efecto "cinematográfico" proporcionaban eran las DVX 100. Rodamos en modo "progressive" con muy buenos resultados. Cuando volvimos en otoño, habíamos conseguido permisos para usar dos cámaras Panasonic de alta definición, ambas del modelo HD27 Vericam, y el material rodado era espectacular, muy cinematográfico y bello. También probamos con los modos "video" y "film" de estas cámaras y descubrimos que éste último era ideal para no meter la pata en situaciones de iluminación complicadas y para crear hermosos oscuros”. Tras examinar el color de la película de 35 mm., el etalonador de St. Anne’s Post (Londres) insistió para que un representante de Panasonic del Reino Unido acudiera a examinar esos cortes imperceptibles entre la DVX100 y la HD27 de la película. Al verlo, creyó que la película era un ejemplo del funcionamiento de las dos cámaras al mismo tiempo más logrado que el propio rollo de muestra de Panasonic.
     
  • En total, los realizadores rodaron unas 250 horas de metraje y obtuvieron otras veinte horas de material de archivo. Resumiendo, condensaron unas 270 horas de metraje en 104 minutos.
     
  • La banda sonora está compuesta por David Christophere y Nitin Sawhney (El buen nombre, Lila, dice).
     
  • El título de la película es el resultado de la opinión general de que no se debía rehuir la palabra “blind”, (“ciego”, en inglés) y también de que el título requería un toque único y poco corriente que reflejara fielmente el significado de la película. La productora Sybil Robson-Orr comenta: “La palabra del título se inspiró en un principio en cómo los invidentes son literalmente atacados (“blindsided”) por la sociedad tibetana. “Blindsided” se convirtió en “blindsighted” (“invidente”), abreviado a "Blindsight", que fue finalmente el título original en inglés. Pensamos que habíamos creado un neologismo, pero, tras realizar una investigación sobre el título, descubrimos que “blindsight” es un fenómeno médico real referente a una zona de la corteza cerebral en la que los invidentes tienen una sensación de percepción visual”.
     
  • Se presentó en el Festival de Cine de Berlín dentro de la sección Panorama, donde consiguió el premio del público.
     
  • Está producida por Robson Entertainment, con un presupuesto que ascendió a 105.000 dólares. Sybil Robson-Orr comenzó su carrera en el periodismo como reportera y presentadora de cadenas de televisión afiliadas en Estados Unidos y de ABC News en París, y lanzó un programa de consumo distribuido para Paramount Pictures. Tras un acuerdo de producción en Universal Studios con su socio Harvey Bernhard y un periplo en el África subsahariana rodando documentales sobre las guerras de independencia, fundó su propia compañía de entretenimiento multimedia, Robson Entertainment. Sybil desarrolla, produce y financia películas, programas de televisión y documentales realizados por empresas de Los Ángeles y Londres.
     
  • La producción se dividió en dos periodos. El primero de ellos, en mayo de 2004, abarcaba la preparación y consistió en escalar una superficie rocosa vertical y en una caminata hasta un puerto de montaña a casi 5.000 metros de altura que comenzó en el monasterio de Tsurpu. El segundo periodo transcurrió entre septiembre y noviembre de 2004 e incluyó un viaje por la cordillera tibetana a las aldeas de los seis niños, además de un viaje de más de mil kilómetros al sur de China, en avión, y un periplo de tres días en caravana para conocer a la familia de Tashi en la provincia de Szechuan. La expedición al Lhakpa Ri, de 7.045 metros de altura, también se rodó en otoño.
     
  • Durante el rodaje en el sur de China, la policía de Szechuan "vino y nos pidió que dejásemos de rodar justo en el momento en el que Tashi se reencontraba con su padre por primera vez en nueve años. La reunión de Tashi era un momento importante de la película que se desarrollaba ante nuestros ojos y que jamás volvería a repetirse. Por suerte, Petr Cikhart tiene mucha experiencia en rodar en condiciones tensas y no se amilanó por la presión. Finalmente, tuvimos que parar el rodaje, pero no antes de filmar los diez primeros y preciosos minutos del encuentro. La policía nos puso bajo arresto domiciliario, por llamarlo así, en nuestro hotel en Luding. Parecían preocupados de que estuviésemos rodando material político. Resultó que el permiso de rodaje que compramos en Pekín sólo afectaba a las localizaciones que teníamos previstas para el Tibet, pero no para las de China. Afortunadamente, un oficial superior de la Región Autónoma del Tibet llamó a los oficiales de Luding y les dijo que todo estaba en orden y nos dejaron seguir rodando al día siguiente".
     
  • Distribuye Sherlock films.