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Nacido un frío
día de invierno, viernes 13, en la clínica Franz Kafka, huérfano horas
después de su llegada al mundo por una desdichada pelea entre sus padres,
educado
por una abuela gruñona y un tío alcohólico, golpeado de niño
por una jovencita de la que está perdidamente enamorado, Gregoire Moulin no
ha tenido, podríamos decirlo, una infancia afortunada. A los treinta y cinco
años, Gregoire continúa viviendo con su abuela, es soltero resignado y
empleado de una empresa donde cumple modestas funciones administrativas.
Pero, como todo el mundo sabe, la vida está llena de sorpresas y es por eso
que, un domingo de mayo, el destino de Gregoire Moulin toma un rumbo
inesperado. La muerte súbita y brutal de su abuela bajo un pesado armario
mientras cazaba moscas, lo lleva a dejar su pueblo y viajar a París donde
descubre el amor bajo la forma de una deliciosa profesora de danza, Odile
Bonheur, a quién espía con fervor detrás de su escritorio metálico en la
nueva compañía de seguros para la que trabaja. |
