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LA GRAN EXPOSICIÓN
DE KUBRICK

 

Imaginad que fuera posible husmear durante ocho meses entre los armarios y estanterías privadas, entre los archivos y cajas de recuerdos conservadas desde hace décadas en la vasta mansión de Christiane y Stanley Kubrick en St.Alban (Londres) para organizar una exposición itinerante. "A Stanley le gustaba el orden, su espíritu era ordenado", escribe su cuñado Jan Harlan que le dedicó un documental.

Hans Peter Reichmann, responsable de la exposición inaugurada el 31 de marzo del 2004 en el Deutches Filmmuseum de Frankfurt respetó el orden de conjunto de los numerosos tesoros que por primera vez salían de la villa Kubrick. Dedica a cada película una sala determinada, decorada, equipada, iluminada de acuerdo con el film mismo. También dedica espacios análogos concretos, rigurosamente delimitados, al periodo de formación, a sus principales proyectos no realizados.

Procedamos a una exposición sucinta siguiendo el desarrollo de las veinte etapas cronológicas de la exposición ubicada en la planta baja y el sótano del Filmmuseum y en los pasillos y salones del vecino Deutsches Architektur Museum, a orillas del Main.

Ya en el atrio circular nos reciben numerosos carteles, objetos, imágenes; fotos de familia, aparatos fotográficos de los años 40, cámaras Bell & Howell perfectamente conservadas y preparadas para entrar en funcionamiento, como la Steenbeck personal que encontraremos más tarde. Números completos o recortes de revistas como Look; un número de fotos particulares tomadas en rincones tales como rings de boxeo, las calles de Manhattan, la casa de Monty Clift, el plató de Naked City de Jules Dassin.

Por aquel entonces, este joven reportero cabalgaba dejando su huella: un artículo de Look (mayo de 1948) exalta los dos primeros años de actividad de este joven de 19 años de pelo largo. Le gustaba ser fotografiado: le vemos, con el ojo en la cámara, rodar un interior para el cortometraje The Seafarers (Los marinos). ¿Sabíais que en el año 51, el productor Richard de Rochemont le confió la dirección del segundo equipo para la serie de telefilmes históricos escrita por James Agee. Mr. Lincoln? Una foto del rodaje da fe de ello. Gracias al intenso trabajo de Michel Ciment, conocíamos algunas fotos de su primer largometraje, Fear and Desire; pero aquí descubrimos algunas que nos dan una idea muy distinta de la de un amateur, tal y como demostró Kubrick a continuación. Recortes de prensa del año 53 demuestran que el film no pasó completamente desapercibido. Lo mismo en los espacios consagrados a Killer’s Kiss (El beso del asesino) ("El camino hacia una violencia llena de pecado era SU dulce boca" es el eslogan de lanzamiento sobre el cartel. O en Atraco Perfecto (The Killing), los recortes de prensa que estas obras, que fueron exhibidas con retraso en Europa, fueron muy discutidas en Estados Unidos. Correspondencia con sus amigos productores, Alexander Singer y James B.Harris, da fe del combate solitario que marcó el nacimiento de este autor independiente, más independiente que el resto. En diferentes monitores vemos trailers o escenas de las películas, dosieres de prensa y notas de trabajo que nos dejan el sabor de la época.

Senderos de gloria marca la etapa siguiente, la del reconocimiento mundial: una avalancha de importantes documentos, en su mayoría alemanes, sobre una película rodada en los alrededores de Munich. Aunque solapada, la luz apunta hacia el lado teutónico (odio-amor para la patria del Dr.Strangelove) del cineasta neoyorquino.

En este rodaje se enamoró precisamente de la dulce rubia local que cantaba ante las tropas. Encontramos recuerdos emocionantes de la secundaria que brilla, Christiane Susanne Harlan; de Christiane, pintora y escultora adulta, admiraremos en la salas siguientes los grandes retratos al óleo de Stanley, de vivos colores, pero también las numerosas ideas visuales que, oficialmente o no, se deslizan en la obra de su marido.

Los guiones originales de las películas, a menudo en diversas fases de elaboración, pueden hojearse o leerse tranquilamente: los visitantes tienen fotocopiadoras, lugares para sentarse. La visita, según la particular elección de cada uno, puede durar entre y 30 horas.

Entre los recuerdos de Espartaco, obra de la que como es sabido, renegó en parte, una gigantesca foto formada por cientos de figurantes para las batallas con el detalle de la caracterización que debía tener cada uno de ellos. Entre las postales a la venta en la playa, la más divertida es una vertical que muestra a un Stanley Kubrick minúsculo sobre una grúa enorme en el plató español de la epopeya romana.

Tanto para Lolita como para Teléfono Rojo..., nos ahogamos en una masa de trabajos preparatorios e iconos históricos, gafas en forma de corazón de Sue Lyon, los magníficos croquis del decorador Ken Adams se codean con las fotos de maquillaje de Peter Sellers y las secuencias de la tarta de crema prevista al final y suprimidas. Tragedia: la invitación al estreno de la obra de maestra nuclear era a las 20h30, el viernes 22 de noviembre de 1963, fiesta cancelada a causa del asesinato del Presidente Kennedy el mismo día.

¿Un ojo precipitado pasaría por alto elementos importantes? En los auriculares, la voz dulce de Malcom McDowell nos ofrece otras informaciones: a veces imita el acento de Stanley Kubrick. Y están las 304 páginas de catálogo publicado en alemán y en inglés, gracias a un equipo de sabuesos alemanes muy perspicaces (www.deutsches-filmmuseum.de)

No tengáis prisa, frenad en la astronave de 2001: todos los elementos, los equipamientos del film. Al lado, junto a una sala aparte, puede escucharse, sentado, en hi-fi, las inolvidables músicas que forman la constelación de las odiseas de Kubrick.

Pero el pasillo consagrado a la inacabada Napoleón es para mí el colofón de la visita. Hay cientos de biografías napoleónicas, desde el siglo XVIII, y un fichero, casi un ordenador hecho en casa en 1969, con infinidad de entradas. Sólo espero que, a partir de las próximas etapas, las manos de los visitantes no puedan hojear tan libremente porque si no, se perderá todo. Una carta de Audrey Hepburn, bocetos, trajes, decorados, ideas. El texto crítico del script de Napoleón debería publicarse próximamente, junto con otros escritos de S.K. en un gran volumen publicado por Taschen.

Sublimes comparaciones entre secuencias de Barry Lindon y las pinturas que las inspiraron (Hogarth, Menzel). Los fetiches amenazadores de El Resplandor y en pequeña escala, el laberinto completo del hotel Overlook. La máquina de escribir de Jack el Loco. Las infinitas búsquedas histórico-iconográficas para La Chaqueta Metálica, el Vietnam sobre el Támesis. Otro pasillo sorprendente, rico en documentos, el consagrado a Wartime Lies(Mentiras en tiempo de guerra), la adaptación "años 90" de la novela homónima de Louis Begley, situado en los campos de concentración (se ven las fotos de la protagonista elegida, la actriz holandesa Johanna der Steege), he aquí "doblada" por la spielberiana La Lista de Schindler, "last but no least", máscaras, dibujos, escenas , para Eyes Wide Shut y para el proyecto abandonado A.I. (Inteligencia Artificial).

A la salida, la cabeza da vueltas como si hubiera dado una vuelta al sistema solar, pero esta salida coincide felizmente con el atrio de entrada, sin solución de continuidad. ¡Por favor, no nos hagan salir!

Posdata: señalemos a los fans de Kubrick la publicación de dos interesantes autobiografías: Gary Lockwood, 2001 Memories. An Actor’s Odyssey, prefacio de Keir Dullea, Cow Boy Press, Boca Raton, Floride, 2001; Daniel Richter, Moonwatcher’s Memoir. A Diary of "2001: A Space Odyssey", prefacio de Arthur Clarke, Carroll & Graf, New York, 2002.

Esta exposición se presentó en Berlín en el Martín-Gropius Bau de Berlín y finalizó el pasado día 11 de abril. Viajará a numerosos países, la próxima exposición comienza el 21 de abril de 2006 en Roma. Más información: www.stanleykubrick.de


Autor: Lorenzo Codelli

Publicación: Revista Positif. Número 528. Febrero 2005

Traducción y adaptación: Esmeralda Barriendos


 

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