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CASA DE LOS BABYS
DE JOHN SAYLES

 

La Posada de Santa Marta es el espacio que alberga la espera de un grupo de mujeres norteamericanas en un lugar indefinido de América del Sur. Su sueño: ser madres. Un sueño, ( "... quien será mi querer infinito, cuando vendrá la salvación de mi vida, y devolverá la esperanza perdida..." dice una de las canciones que suenan en el film), que sirve a su director, John Sayles, para trazar un magnifico retrato moral de las futuras madres que hace tambalearse los sucios cimientos que sustentan la era de la globalización. El guión avanza en torno al drama íntimo particular de estas mujeres, entre secretos y mentiras, sin la desmesura de Mike Leigh. Pero Sayles, coherente con el resto de su obra, fiel a su compromiso político y moral con los mas desfavorecidos, retrata a estas ricas mujeres del norte, - Maggie Gyllenhaal, Marcia Gay Harden, Lily Taylor, Susan Lynch, Mary Steenburgen y Daryl Hannah-, como a animales ciegos incapaces de tomar conciencia de lo que ocurre fuera de esas paredes de color de rosa, de esas modernas habitaciones impolutas con vistas al mar, fuera de esos frugales desayunos exquisitamente preparados. El deseo de una maternidad anunciada, deseo descrito como un gesto absolutamente cuantificable, -porque en palabras de uno de los actores, "los pobres no tenemos derechos"-, devora toda posibilidad de análisis sobre ese nuevo mundo, contexto en el que se enmarca el desarrollo dramático del film. Es la mostración de dicho entorno por la cámara de Sayles la que remite directamente a Los Olvidados de Buñuel, o a La Vendedora de Rosas de Víctor Gaviria. El director no se conforma con la descripción fácil de la desigualdad económico-social, -brillante la presentación de los títulos de crédito sobre los trabajadores que descienden de entre las chabolas hacinadas en las montanas-, ni con la ternura que despiertan los repetidos travellings sobre los bebés a quienes espera una adopción inminente. Y da un paso mas en su ambición por relatar la complejidad de unos hechos en los que confluyen realidades divergentes; especialmente interesante es el posicionamiento político explícito de un revolucionario personaje considerado como "terrorista" entre sus propios familiares; o el dolor de dos jóvenes autóctonas, ambas madres, una acomodada, otra sin recursos, que no tuvieron otra opción que la de entregar a sus hijos.

La película se cierra desesperada y lánguida; desesperada, porque la visión del autor se aboca en unas reveladoras imágenes que aluden al destino (a los signos del zodíaco) y a la suerte (la lotería nacional) como conclusión ineludible; una alegoría que manifiesta la melancolía, no ya de la triste derrota, sino del inmovilismo de la resignación. Lánguida, con la maravillosa nana Duerme Negrita interpretada por Atahualpa Yupanqui (más conocida en la versión de Bola de Nieve, Drume Negrita), que discurre en forma de travelling, de nuevo, acariciando a los bebés a los que les espera, no "el coco blanco" de la canción, sino un montón de artículos de lujo, y quien sabe si también, el cariño de las matronas que en el calor de su casa, la Casa de los Babys, los "apapachan".


Esmeralda Barriendos

Agradecimientos: The Times 47th London Film Festival

Sitio web: www.lff.org.uk


 

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