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El coche de pedales

Año 2004
País España-Portugal
Estreno 16-01-2004
Género Comedia
Duración 94 m.
ZINEMA.COM T. original El coche de pedales
  Dirección Ramón Barea
  Intérpretes Álex Angulo (Don Pablo)
    Rosana Pastor (Estrella)
  María Pastor (Estrellita)
     Mikel Losada (Ángel)
     Isabel Ruth (Abuela)
   Guión Ramón Barea
     Felipe Loza
Fotografía Francisco Belda
Música Joao Gil
Montaje Julia Juániz
Sinopsis
Durante la Semana Santa del año 59, en el tragicómico paisaje social de la España franquista, radiofónica y con bombillas de pocos watios, transcurre la fábula de la crónica sentimental de un niño de nueve años: Pablito. Pablito desea el coche de pedales que ve en un escaparate cerca de su casa. Su familia -clase media con mala suerte-, sufre la sorda presión familiar de la otra parte de la familia -clase media con buena suerte y mejores influencias-. El deseo del coche y la esperanza de conseguirlo que le alientan sus padres llevan al niño, hucha en ristre, a un viaje extraño al abigarrado y sorprendente mundo familiar lleno de mentiras y chantajes. Pablito sobrevive sentimentalmente en ese ambiente gracias a su capacidad para obtener en la imaginación las respuestas que sus padres y sus educadores no le brindan. Pablito creará su propio final feliz.
    
Referencias
Microcrítica
Un coche rojo de pedales es el principal anhelo de Pablito, un niño que vive con su familia en la España de posguerra. Su conformista pero orgullosa manera de hacer frente al deseo constituye una manera de representar la forma en que muchos ciudadanos sobrevivieron al franquismo en diferentes lugares de España durante cuarenta años. El envoltorio destaca por un cuidado trabajo de ambientación, que consigue trasladar al espectador a finales de los años cincuenta, así como por el trabajo desarrollado por sus intérpretes, destacando la labor de Rosana Pastor, Álex Angulo y el pequeño Pablo Gómez. De alguna manera, Ramón Barea trata de compendiar en los personajes que conforman la familia de Pablito los estereotipos de las dos Españas que marcaron una época, con sentido del humor y un cierto toque de amargura ante la impotencia de poder cambiar el destino de sus protagonistas. Esta mirada, más que la de un niño es la del adulto en que se convirtió tratando de poner las cosas en su sitio.