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Una historia verdadera

Año 1999
País USA
Estreno 17-03-2000
Género Drama
Duración 111 m.
ZINEMA.COM T. original The straight story
  Dirección David Lynch
   Intérpretes Richard Farnsworth (Alvin Straight)
  Sissy Spacek (Rose)
   Jane Galloway Heitz (Dorothy)
  Everett McGill (Tom)
  Jennifer Edwards-Hughes (Brenda)
   Guión John Roach
        Mary Sweeney
Fotografía Freddie Francis
Música Angelo Badalamenti
Montaje Mary Sweeney
Sinopsis
Alvin Straight era un viudo de setenta y tres años que en 1994 vivía en Laurens (Iowa), en compañía de su hija Rose, aquejada de problemas de lenguaje. Alvin padecía enfisema, tenía mal una cadera y estaba lleno de achaques. Tras pasar un tiempo ingresado en un hospital, Alvin recibió la noticia de que su hermano Lyle había sufrido un derrame y podía quedarle poco tiempo de vida. Alvin y Lyle llevaban diez años sin hablarse: un silencio que Alvin atribuía al orgullo y a la bebida. El anciano quería hacer las paces con su hermano antes de que fuera demasiado tarde. Pero Lyle vivía en Wisconsin, a cientos de kilómetros y Alvin no tenía mucho dinero, ni carnet de conducir. Pero poseía un tractorcito cortacésped, con el que puso rumbo a Wisconsin. Por el camino conoció a mucha gente diferente y se empeñó en seguir adelante, a pesar de tener que enfrentarse a numerosos problemas médicos y mecánicos.
    
Referencias
  • Apartado del cine desde Carretera perdida, retorna con este trabajo David Lynch, el creador de películas como Terciopelo azul, Cabeza borradora o El hombre elefante. Es la primera vez que dirige un guión que no ha escrito él mismo.
     
  • Se basa en un hecho real publicado en el New York Times en 1994. El protagonista de la historia, Alvin Straight, falleció en 1996 y su familia tuvo que vender una podadora para hacer frente a los gastos del funeral.
     
  • Fue Mary Sweeney, mujer del David Lynch y madre de su hijo, la que le dio a conocer la historia al realizador y quien participó en el guión y en el montaje, labor está última que también ha realizado para las dos películas anteriores de Lynch.
     
  • Está protagonizada por un magnífico Richard Farnsworth, actor de ochenta años que trabaja en el cine desde 1937, año en el que intervino como extra en Las aventuras de Marco Polo. Ha trabajado como especialista y también ha participado en películas como Llega un jinete libre y salvaje, por la que fue candidato al Oscar al mejor actor secundario, Sylvester o El mejor. Con está película vuelve a ser candidato a un Oscar.
     
  • También interviene Sissy Spacek, a la que en los últimos tiempos se ha podido ver en Aflicción o Buscando a Eva.
     
  • Lynch vuelve a colaborar en esta película con el director de fotografía Freddie Francis (El hombre elefante, Dune) y el compositor Angelo Badalamenti, autor de todas sus bandas sonoras.
     
  • Se presentó en el Festival de Cine de Cannes 1999.
Crítica
Que David Lynch realice una película como Una historia verdadera podría indicar que se le han agotado sus siniestras ideas o que quiere demostrar que también puede ser un director políticamente correcto integrado en el engranaje del sistema. Una historia tan sencilla como la de un hombre que conduce su segadora hasta la casa de un hermano con el que no se habla desde hace años, y que acaba de padecer un derrame, no se aproxima ni de cerca al entramado argumental de las películas que conforman la filmografía anterior del director. Lo más sorprendente es que Lynch consigue imponer su estilo, aunque de forma contenida, y crear una de sus películas más personales.

Tanto en el comienzo, como al final, su particular estilo se pone de manifiesto de forma tangible. De un negro cielo infinito la cámara se desplaza hasta el espacio limitado de una ventana pintada de azul en cuyo interior tan sólo hay oscuridad. En el trayecto, la América profunda, rústica y vulgar asoma a la pantalla desde el jardín en el que toma el sol una mujer. Después, Lynch se sumerge en una road-movie de espacios abiertos en los que la cámara se distancia de los personajes y trata de captar el conjunto del entorno en el que se sumerge.

La sencillez con la que está narrada la historia contrasta con el manierismo que caracterizan sus trabajos anteriores. Pero ahí está un personaje límite como el interpretado por Sissy Spacek, la carretera por la que circula el protagonista o situaciones inconexas como la del ciervo atropellado, el simulacro de incendio de los bomberos y los gemelos que le arreglan la segadora con las que Lynch imprime su sello personal a una trama que en manos de otro director se hubiera convertido en una sucesión de acontecimientos melodramáticos. Lynch vuelve a encontrar el mejor caldo de cultivo para dar rienda suelta a su particular universo creativo en el seno de la familia americana. De esta forma, a lo largo de la película se suceden una tras otras historia familiares. Desde la que afecta directamente al protagonista hasta la de aquellos que le acogen hacia el final del trayecto o la de la joven que encuentra en la carretera y la forma de presentarla bascula entre la admiración y una refinada ironía.

El conjunto se beneficia aún más por la labor interpretativa de su protagonista, Richard Farnsworth, sobre el que recae el peso principal de la película. Asimismo, la música de Badalamenti es otro indicador del cine de Lynch barnizando el espacio sonoro con su peculiares composiciones.

N.A.