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El sexto sentido

Año 1999
País USA
Estreno 14-01-2000
Género Thriller
Duración 107 m.
ZINEMA.COM T. original The sixth sense
  Dirección M. Night Shyamalan
   Intérpretes Bruce Willis (Malcolm Crowe)
  Haley Joel Osment (Cole Sear)
  Toni Collette (Lynn Sear)
   Olivia Williams (Anna Crowe)
   Donnie Walhberg (Vincent Gray)
   Guión M. Night Shyamalan
Fotografía Tak Fujimoto
Música James Newton Howard
Montaje Andrew Mondshein
Sinopsis
Cole Sear, un niño de apenas ocho años, está obsesionado por un oscuro secreto: recibe visitas de fantasmas y está aterrorizado por el hecho de tener que tratar con esas extrañas apariciones que emergen de las sombras. Confundido por sus poderes paranormales, Cole no entiende su situación y está demasiado asustado como para contarle a alguien el tormento que le acecha cada noche. Sólo Malcom Crowe, un psicólogo infantil, ayudará a Cole a combatir esas extrañas presencias.
    
Referencias
  • Está dirigida por el indio M. Night Shyamalan quien se embarcó en su realización cuando durante el montaje de Los primeros amigos, su segundo largometraje, tuvo la premonición de que iba a dirigir una película protagonizada por Bruce Willis que se titularía El sexto sentido. En la película aparece en un pequeño papel interpretando al Dr. Hill.
     
  • Está producida por Frank Marshall y Kathleen Kennedy (¿Quién engaño a Roger Rabbitt?).
     
  • El papel del niño está interpretado por Haley Joel Osment, al que se pudo ver en Forrest Gump interpretando al hijo de Tom Hanks. También ha intervenido en series como Murphy Brown y Ally McBeal.
     
  • Le acompañan en el reparto Toni Collette (La boda de Muriel y últimamente Velvet goldmine o Mi desconocido amigo) y Olivia Williams (Mensajero del futuro).
     
  • Se estrenó con gran éxito en Estados Unidos a finales del verano de 1999. Hasta el momento ha recaudado diez veces su presupuesto.
Crítica

El cine de terror de los últimos años se ha caracteriza por estar fundamentalmente dirigido a adolescentes, recurrir al susto facilón, mostrar vísceras de todo tipo y utilizar el humor con la pretensión de demostrar que nadie se puede tomar en serio lo que se está viendo. El estreno de El sexto sentido, por lo tanto, ofrece una revisión más clásica del genero, olvidándose de los psicópatas asesinos y tratando de recuperar un terror de índole psicológica, más sutil y menos efectista. La ruptura con un genero que ha ofrecido productos que parecían fotocopiados, alcanza su máxima expresión con el sorprendente final, un desafío a la multitud de escenas finales con sorpresa que han invadido el género desde Carrie y que, al margen de ello, suscita más que la reflexión, una reconsideración de todo lo que se ha visto.

M. Night Shyamalan, cuya anterior película, Los primeros amigos, también estaba protagonizada por un niño, continúa indagando en la psicología infantil, con un cierto estilo, recurriendo a una historia de fantasmas en la que ha optado por filmar con una apenas perceptible cámara en mano determinados momentos en los que la presencia de espíritus se hace sentir o la utilización de planos cenitales que presagian de forma sutil el sorprendente final.

Que una película de estas características quede perfectamente rematada no resulta una tarea fácil y precisa de un cuidado extremo. Si bien se consigue en sus detalles más insignificantes, hay escenas que, a pesar de su escasa dificultad para encajar en el relato -por tratarse de simples rellenos efectistas- resultan un tanto forzadas. En primer lugar, no llega a justificarse el terror que repentinamente siente el niño por los fantasmas que le rodean cuando, según dice, ha convivido con ellos desde siempre. Por otro lado, la escena en la que contacta con el padre de la niña recientemente fallecida, a pesar de su realismo, resulta más inverosímil que la propia historia de fantasmas, lo que puede llegar a provocar un cierto distanciamiento respecto a lo que se está viendo.

El conjunto se acompaña por unas magníficas interpretaciones de sus protagonistas. Bruce Willis no demasiado apartado de su rol habitual, pero más soportable, interpreta a un psiquiatra traumatizado por el caso de un paciente al que no pudo salvar del suicidio y que acepta como cliente a un niño con un problema similar en el que pone sus esperanzas para tratar tener una segunda oportunidad. El niño, interpretado por Haley Joel Osment es sobre quien recae todo el peso de la película. Un niño que tiene la facultad de ver a gente muerta a la que se define, exclusivamente para conseguir los fines de la película, como seres que vagan por el mundo, que ven lo que quieren ver y que sufren. Para terminar, mencionar que el papel de la madre está interpretado por una transformada Toni Collete, quien realiza un trabajo destacable pero sin conseguir borrar de la memoria a la inolvidable protagonista de La Boda de Muriel.

N.A.